Pensando en la apologética...
Los siguientes domingos estaremos estudiando un poco de apologética y, aunque debo confesar que es un tema que me gusta mucho, mi línea, desde el 2008, es más de la polémica (vean las definiciones al final de este mensaje).
He leído varias obras y he visto horas de debates y conferencias de hermanos como John Lennox, Josh McDowell, Lee Stobel, William Lane Craig y Ravi Zacharias, entre otros y en verdad han sido muy instructivas y de mucha bendición (ya les recomendaré algo de esto en el futuro cercano).
También debo decir que, leer al Señor Jesús y al apóstol Pablo, vaya, La Biblia, ha sido de mucho mayor provecho; y es que algo que debemos entender como cristianos, es que no somos llamados todos a ser apologistas, sino que todos somos enviados a ser proclamadores del Evangelio. De hecho, el objetivo final de estos hermanos que he mencionado, es llevar a otros al conocimiento de la salvación en Cristo. Nuestro Señor nos instruyó: "Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" (Marcos 16:15), y Pablo escribió en 1 Corintios 2:1-5: "Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios".
Aprovechemos los siguientes domingos y seamos instruidos (ver 1 Pedro 3:15) y, principalmente, seamos animados a ser proclamadores del Evangelio en donde quiera que estemos: "Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras" (1 Corintios 15:3-4).
Si ya Cristo te salvó, tienes y sabes lo que se necesita para ser su testigo, no hay excusa, ¿por qué no compartir esta verdad, la más importante en el mundo, con aquellos que van rumbo a la condenación eterna? Piénsalo... sigue preparándote... decide... obedece... ¡sígue a Jesús, ya!
Prosigamos a la meta,
David Franco
Apologética. Trata con las objeciones y los ataques que se originan desde fuera de la fe cristiana, perpetrados por ateos y religiones diversas.
Polémica. Trata con los ataques que se originan desde dentro de la misma fe cristiana, debidos a malas interpretaciones o realizados por parte de cultos mal llamados "cristianos".
He leído varias obras y he visto horas de debates y conferencias de hermanos como John Lennox, Josh McDowell, Lee Stobel, William Lane Craig y Ravi Zacharias, entre otros y en verdad han sido muy instructivas y de mucha bendición (ya les recomendaré algo de esto en el futuro cercano).
También debo decir que, leer al Señor Jesús y al apóstol Pablo, vaya, La Biblia, ha sido de mucho mayor provecho; y es que algo que debemos entender como cristianos, es que no somos llamados todos a ser apologistas, sino que todos somos enviados a ser proclamadores del Evangelio. De hecho, el objetivo final de estos hermanos que he mencionado, es llevar a otros al conocimiento de la salvación en Cristo. Nuestro Señor nos instruyó: "Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" (Marcos 16:15), y Pablo escribió en 1 Corintios 2:1-5: "Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios".
Aprovechemos los siguientes domingos y seamos instruidos (ver 1 Pedro 3:15) y, principalmente, seamos animados a ser proclamadores del Evangelio en donde quiera que estemos: "Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras" (1 Corintios 15:3-4).
Si ya Cristo te salvó, tienes y sabes lo que se necesita para ser su testigo, no hay excusa, ¿por qué no compartir esta verdad, la más importante en el mundo, con aquellos que van rumbo a la condenación eterna? Piénsalo... sigue preparándote... decide... obedece... ¡sígue a Jesús, ya!
Prosigamos a la meta,
David Franco
Apologética. Trata con las objeciones y los ataques que se originan desde fuera de la fe cristiana, perpetrados por ateos y religiones diversas.
Polémica. Trata con los ataques que se originan desde dentro de la misma fe cristiana, debidos a malas interpretaciones o realizados por parte de cultos mal llamados "cristianos".
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